La tenencia de los animales de compañía conlleva unas pautas de conducta por parte de los propietarios para el bienestar de los animales y del resto de ciudadanos. Por ello, hay que respetar ciertas normas de convivencia para el disfrute de todos, tanto en los espacios públicos como en sus domicilios.
Los perros deben ser conducidos en lugares públicos sujetos por una correa o cadena y deberán llevar el bozal, obligatorio para determinadas razas. Las correas extensibles, permiten una gran libertad de movimientos sin perder el necesario control sobre el animal.
Deben realizar sus necesidades en lugares expresamente habilitados. En los parques existen dispositivos especiales preparados para ello. Utilice los imbornales o la calzada para estos entornos. Nunca deje que las realice sobre las aceras y procure llevar medios para retirarlas si fuese necesario.
El animal no es culpable de sus acciones. Una buena educación hará que se adecue a los horarios y lugares que usted como propietario le indique.
Recuerde que un animal de compañía no es un juguete. No lo deje largos periodos de tiempo en su domicilio. Ni lo abandone en la vía pública. Estas acciones están castigadas por las Leyes y Ordenanzas Municipales.